lunes, 13 de septiembre de 2010
Se preguntó por qué no era capaz de ponerlo todo patas arriba, dar rienda suelta a la rabia que sentía, maldecir, romper objetos; por qué prefería que todo pareciera en orden aunque no lo estuviera.
Se vació de sí misma, de todos los esfuerzos inútiles que había hecho para llegar allí y descubrir que nada había conseguido.
Y es que se puede enfermar de recuerdos, y ella enfermó con el de aquella tarde en el coche frente al parque, cuando le tapó con un beso la visión de aquel horror.
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me quedo con los recuerdos.. de cuando eramos uno en la misma cama..
ResponderEliminarLos recuerdos son un arma de doble filo...al final tendemos a moldear la realidad, nos quedamos solo con lo que queremos recordar.
ResponderEliminarÚltimamente me gustaría poder borrar algunos, hay días que duelen demasiado.
un beso :)
Se puede enfermar de recuerdos... y hasta morir
ResponderEliminarmuy bonito el blogg
ResponderEliminarOLAAAA soy olekkk te dejo coment besoosss ^^
great image and expression also!
ResponderEliminarMe encantó el blog...
ResponderEliminarGracias, ¡casualidad!
:)
"Y es que se puede enfermar de recuerdos"
ResponderEliminarEso es cierto.
Te quiero Ló!
Y una buena receta es...otra ciudad donde encontrarse a uno mismo.
ResponderEliminarSuerte en tu retirada!
Que me tapen con un beso todo lo malo!
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