Hoy comprendo que no eres tú ni soy yo, que son las circunstancias y el tiempo.
Que conocer a alguien nuevo es apasionante, pero si hay algo apasionante de verdad es querer a alguien para siempre.
Hoy sé que hay personas que cambian todo de repente, que hacen que olvides lo que te hiere, que son capaces de darte mil motivos para seguir adelante.
Y sé que también hay gente a la que yo no puedo salvar, que otros deben hacerlo, no yo.
Y que quizá sea yo la que necesita que la salven cuanto antes...
Que me salves tú de una vez, que vengas a casa y me digas que quieres una vida conmigo.
Mi perro, mi tele, mi coche, mis hijos y todo lo que tú quieras que sea nuestro.
Que me digas que me quieres a mí, y que no quieres más viajes en trenes que no llevan a ninguna parte.
Porque este año te quedes para siempre.