Lo dijo Benigni:

"No hay nada más necesario que lo superfluo".

viernes, 11 de septiembre de 2009




En ningún momento la busqué...

No le pedí que viniese a por mí, que me buscara la mano entre decenas de personas y unos cuantos decibelios, tampoco que me curara y que su mano fuese la que me salvase de todo lo que me dolía. No le pedí que fuera el desvelo de todas y cada una de mis madrugadas, ni el temblor de mis pestañas al mirarla ni el de mis uñas al rozarla, ni siquiera la razón del latido que caminaba más rápido que mi andar al ir a buscarla.No le dije que el sólo hecho de sentirla conmigo era como flotar entre lunares, los suyos, ni que sería mi pequeño remedio cuando nadie nos entendiera...
No le dije nada, no le pedí nada. Y ella apareció, apareció e hizo de mi vida una carcajada feliz, una sonrisa continua, un te quiero perenne.








suerte, niña imantada .

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