Lo dijo Benigni:

"No hay nada más necesario que lo superfluo".

domingo, 1 de junio de 2008

Infelicidad.


La existencia es trágica por su radical dualidad, por pertenecer a la vez al reino de la naturaleza y al del espíritu: en tanto que cuerpo somos naturaleza, y, en consecuencia, perecederos y relativos; en tanto que espíritu participamos de lo absoluto y de la eternidad.
El alma, tironeada hacia arriba por nuestra ansia de eternidad y condenada a la muerte por su encarnación, parece ser la verdadera representante de la condición humana y la auténtica sede de nuestra infelicidad.
Podríamos ser felices como animal o como espíritu puro, pero no como seres humanos.



El escritor y sus fantasmas.